sábado, 22 de noviembre de 2008

Ahí te dejo, Salamanca


Aún así te odio y quiero
amo el azul de tu cielo
aunque a veces no demuestre su color

Revólver · Dentro de tí






No pocas canciones se han hecho a las ciudades en las que uno vive, en las que a uno le pasan las cosas como si del escenario de la película de cada cual se tratara. Yo hace tiempo que le debo una a Salamanca. Y no sé si sería de amor, de añoranza, de desamor. De olvido, jamás. Hace ya tiempo que llegué (o fue ella quien me llegó?) y, aunque me he ido, hemos acabado reencontrándonos. Algo tienes, que no consigo dejarte... por más que lo he intentado.

Aún así te quiero. Casi tanto como te odio.

La foto es de la clausura de las fiestas del pasado verano, desde mi terraza. Llueve al otro lado de mi ventana en Groningen y, por alguna razón, me descubro pensando en mi terraza con vistas a una catedral dorada.

Mood: me faltan unas tapitas por Van Dyck...

Feliz finde a tod@s... estéis donde estéis =)

viernes, 21 de noviembre de 2008

Interviewing a deity

My company is aware of the advantages of sharing knowledge, and so it has developed some tools to enable a better communication amongst its workers. One of those tools is the Company Weblog, consisting in a blog (actually a quite simple one, no frills) that runs on the internal servers and is accesible from every worker's computer within the company, including the offices in other countries. Most of the entries are about the world of search advertising, but sometimes it's used for other purposes. For example, every new colleague that's hired has to undergo a little, personal interview, which is posted in the weblog so everybody gets to know him/her. As every new worker, I had to submit my interview last week. I didn't want to be too serious, after all my life's too boring to have someone simply reading about it. Did I go too far with 'spicing' it?


It needs to be underlined that, when my colleagues read the title of the entry -that is, 'Interview with Jesus'- they all thought it was the other Jesus who had been interviewed. Sorry to dissapoint them, I'm no mesiah... yet.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La casa de las sorpresas

La casa donde vivo es un apartamento propiedad de la empresa situado en una típica casa dutchie, con grandes ventanales que se abren a la calle como si de escaparates se tratara. No sé si es muy antigua pero al menos lo parece, como parece serlo todo por el peculiar estilo arquitectónico de estos infieles. Prometo contaros algún día más cositas de mi casa, y hasta poneros alguna foto para que os hagáis una idea, pero hoy no. Hoy sólo quiero contaros que la casa está llena de sorpresas... Cada dos metros hay una puerta, y nunca sabes qué habrá detrás. A veces es una habitación, claro. Pero otras veces es una escalera bloqueada, que no sabes a dónde llevaría si la pudieras seguir. En muchas otras ocasiones son armarios, pequeños huecos que aprovechan el espacio que dejan las escaleras o los rincones para guardar un calentador, el cuadro de la luz...

Pues eso, que hace unos días reparé en una de estas puertas. No le había prestado mayor atención hasta ese momento, y me di cuenta de que nunca la había abierto. Así pues, y no sin un cierto reparo, la abrí. Y héte aquí que mi casa me acababa de hacer un fantástico regalo: ahora me siento un poco menos lejos.


He sobrevivido a mi primera semana en el curro. Es domingo y hasta el sol quiere brillar tímidamente sobre los tejados de Groningen. Me voy a dar un paseíto, quizás hasta acabe tomando un warmechocolade. Met slagroom, por supuesto!

martes, 11 de noviembre de 2008

Alondry day




Dijo el sabio que la supervivencia en los viajes depende de innumerables variables, pero es el Factor G el que determina de modo inexorable cuándo llega el momento de hacer una paradita en la lavandería. Así es, amigos, el Factor G (de gayumbo), también conocido como Índice C (de calzoncillo) o, en voz de ciertos autores de la generación beat, Algoritmo T (de tanga, ceñido y apretao) es el que realmente nos obliga a decir 'hasta aquí hemos llegao' y cambiar nuestro de común aguerrido gesto de impenitentes viajeros a vivaracha mirada de quien se afana en las tareas domésticas. Porque, no nos engañemos: todo, absolutamente todo, es reciclable. No hay camiseta suficientemente sudada, pantalón con demasiados lamparones ni calcetines lo bastante aromáticos como para no ser una opción a considerar cuando no se ve rastro de lavadora ni de la gana de buscarla. De tal modo, el mentado Factor Gayumbo se expresa en la siguiente fórmula:

D=f(Gx2)-1

En donde D es el número de días que se puede aguantar con lo que se lleva en la maleta, y está en función de G, que es el número de gayumbos que se porten, multiplicado por dos dado el fenómeno de todos conocido por el cual los gayumbos tienen dos caras susceptibles de ser utilizadas consecutivamente, y al que se resta una unidad porque en el momento de salir de casa ya se llevan unos gayumbos puestos, con lo que se deduce que ya vienen usados, o sea, una bala menos en el cargador. A menos que se vaya en plan comando, en cuyo caso no se han estudiado las repercusiones pero dan miedito...



Pues eso, que tras venir arrastrando este cuerpazo -que dios en su infinita sapiencia me otorgó- por media Europa y vuelta pabajo, me había llegado la hora. Esta mañana, al punto de salir de la ducha (este año ya tocaba ducharse), la apertura del cajón de la gayumbada me confirmó la fatal noticia. Efectivamente, había llegado el día de la alondra, o Alondry Day en términos anglosajones; que no tiene tanto que ver con la pizpireta ave que surcara los cielos de España sino con la Alondry o 'laundry', que dirían en Ohio -pronúnciese 'Ojayo'.




La bici de la derecha, en la puerta de la tienda, es la mía. Aún no ha sido bautizada... ¿alguna propuesta?


Tres eurazos con cincuen la lavadora. Otros dos lerus la secadora que en vez de secadora debería denominarse 'sacadora' por cumplir la función de sacarte las perras mucho mejor que la de secar. Y cuarenta céntimos un puñaíco de detergente que ni era de jabón de marsella ni frescor primaveral. Ni na. Aunque lo más jachondo es lo de tener que sentarte frente al maquinillo a esperar que acabe, como si no tuvieras nada mejor que hacer que ver el programa de sintéticos color dar una vuelta, y otra, y otra

y otra

y otra

y otra y otra y otra y otra.

En fin, pilarín, que estos son los gajes del oficio. Holanda se ha cobrado otro pequeño botín a costa de mi autoestima y mi férrea y viril virilidad. Eso sí: tengo un montón de calzoncillos limpitos.

Por los dos lados.

lunes, 10 de noviembre de 2008

H





Pues qué quieres que te diga: dicen por ahí que eres muda... pero a mí me encanta escucharte! Y más hoy, que es tu día. Hoy, cumpleaños se escribe con Hache, aunque sea intercalada: cumpleHaños feliz, cumpleHaños feliz...

Felicidades! Te echo de menos, RM...

domingo, 9 de noviembre de 2008

Ik ben... GRONINGED!


Aún no acabo de creérmelo, aún parpadeo.

Aún me froto los ojos y cuando los abro... veo canales, bicicletas, suelos de ladrillo, panekoekken, frites met pindasaus, Hema, Albert Heijn, NS Spoorweg, halfwolle melk, duwen, trekken, alstublieft, lekker.

He vuelto a Holanda.

Adiós, Salamanca... o mejor, hasta luego, porque volveré a verte en primavera. Pero durante el frío no me busquéis entre piedras doradas; buscadme aquí, junto a la Martinitoren.

Tot ziens!

__________________________________

Cannot believe it yet, my eyes still blinking.

Yet I rub my eyes and when I open them... I see bikes, brick pavement, panekoekken, frites met pindasaus, Hema, Albert Heijn, NS Spoorweg, halfwolle melk, duwen, trekken, alstublieft, lekker.

I'm back in The Netherlands.

Goodbye, Salamanca... or a 'catch ya later' might do much better as I'll be back into you by springtime. But as cold remains don't try to find me amongst the golden sandstone; find me here, by the Martinitoren.

Tot ziens!