viernes, 21 de diciembre de 2007

¡Feliz navidad!


Y ya está aquí... Qué se le va a hacer, todos los años igual... Que si el anuncio del cava, que si el de los turrones, que si los sopocientos de perfumes cada corte publicitario, que si el vuelve a casa, que si los juguetes, que si los villancicos en los altavoces del súper, que si las cenas de empresa, que si los gorritos de papá noel, que si los reyes magos con amplias rodillas llenas de niños con interminables listas en el carrefur, que si la carne de conejo, que si las postales de paisajes nevados, que si los regalos de última hora, que si cenamos con esta abuela o comemos con la otra, que si la familia, que si tu madre, que si tu padre... que si tu madre, tu padre y la madre que los trujo a todos ellos...

Ha llegado la navidad! Y seáis de los de villancico y botella de anís o bien de los de exabrupto y botella de gasolina (y a quemar el belén), levanto mi copita de sidra el gaitero (famosa en el mundo entero y un clásico en las cenas navideñas de mi abuelo) por vosotros, por nosotros y por todos mis compañeros... y por mí el primero!

Felices fiestas y que 2008 os coja confesaos!

martes, 18 de diciembre de 2007

White christmas!!!


O casi! Cuatro copos mal caídos pero algo es algo...

Quién dijo que no pasaba nada bueno en martes?


Mood: Pies fríos... Brrr!

jueves, 13 de diciembre de 2007

Ha sido niña!

Llevaba tiempo en la barriga de su madre (que soy yo) pero sólo dos diítas correteando libre por esas redes de Dios y bilgeits. En la incubadora recibió muchos y denodados mimines, que quizás no habrían sido tan necesarios de no ser por ser este su progenitor primerizo e inexperto. Excelentes padrinos se hicieron cargo, no obstante, y el doctor Pou echó algún cable también desde su saber hacer tocoginecológico y obstetra. Aún le queda, como a todo recién nacido, mucho que aprender, mejorar y pulir, pero será el tiempo y la vida quien nos vaya enseñando a todos.

Buena suerte, nena mía. Sé buena, y pórtate bien con tus tías Hache, Mila y Susa, y con tu tito Muti. Hazles caso en todo, cómete siempre la sopa y ayúdales mucho a encontrar nenes y nenas a los que ayudar a ser los más listos de la clase.

Los niños no vendrán de París, pero...


... pero sí esta preciosa taza.

Y no, no es sólo una taza del Starbucks.

Es una pedazo de taza del Starbucks!!

Que no es lo mismo!

Y parisina parisienne, de París de la France!

Merci beaucoup, PS...


LB

sábado, 8 de diciembre de 2007

Los Escapistas

Alguien recuerda aquella serie de hace unos añitos, aquella de los chicos de un instituto, aquella de la ñoña y pegadiza cancioncita de "...no te fallaré, somos compañeros..."? Todo un clasicazo de las noches de algún día de entre semana, después de cenar en el sofá, calentito con las zapatillas, pijama y mantita...

Bueno, pues de aquella jauría de nuevos 'talentos actoriles', entre los que destacaron el macarrilla-blandengue de Quimi y la absoluta carencia de sostén en el personaje de Valle, salió también para el común de los mortales este ahora redescubierto individuo llamado Manuel Feijóo. El Luismi de la serie, vamos. Al que, terminadas las correrías por el instituto Azcona, se le vio declamando monólogos con bastante tino por el Paramount. El mozalbete es también guionista y cómico, e imagino que mucho y bien va a tener que escribir para quitarse de encima el sambenito del personaje de Luismi: pringao como él sólo y enamoradico hasta las cachas de la borde-jamona de su clase. Porque el binomio borde-jamona va siempre juntito, y se deja ver en forma de especímenes de diverso pelaje en casi cada aula de la ibérica península. Casi tanto como lo de macarrilla-blandengue. Pero me estoy desviando del tema...

La cosa es que nuestro amigo Feijóo ha vuelto a mi vida. Lo juro. Cosas de una tarde del ocioso sábado, mando en mano y zapineando por doquier, me he tropezado con él en el canal AXN. Resulta que el chico anda embarcado en un... (iba a decir programa, pero mejor diré) una gamberrada con unos amigos (cómicos también, como he podido descubrir después merced a San Google) consistente en irse de fin de semana a una capital europea en plan españolitos en un avión. Que con esto ya lo digo todo. Aunque no es el típico reportaje de viajes! Créanme: yo, que durante años fui devoto seguidor de los programitas de Lonely Planet, cada viernes apalancao frente a la pantalla de La Dos con Hache a mi lado, apurando el petisuís tras el almuerzo... Yo, que aprovechaba las visitas al domicilio paterno-maternal para enchufarme al satélite y embutirme más entregas de Ian Wright recorriendo el mundo con una mochila... Bueno, pues yo, ese yo del que les hablaba, he gozado de lo lindo esta tarde siguiendo las diabluras de estos cuatro elementos que se hacen llamar 'Los Escapistas'. Y es que hay que reconocerles que la gamberrada, casual o deliberadamente, les ha salido curiosa. Porque los de Lonely Planet tenían la cosa de haber creado un formato de reportaje de viajes diferente, en cuanto a que el protagonista no viajaba en helicóptero ni dormía en hotelazos sino, bien al contrario, con un protagonista unido cual lapa a una mochila y viajando en transportes públicos, lo cual era pura gasolina para la imaginación de cualquier estudiante con hambre de mundo (y no quiero señalar!). Sin embargo, estos cuatro 'Escapistas' me han sorprendido dando una vuelta más de tuerca: realmente parece el vídeo de cuatro colegas aprovechando el típico viaje 'low cost' de fin de semana a la capital de turno. Incluyendo el no-pué-ser-más-típico presupuesto de no más de 300 euros por cabeza. Porque Lonely Planet, al final, tenía a un señor comiendo insectos con una tribu de jíbaros antes de ir a ver el museo de El Cairo en compañía del propio director del museo... Mientras que Manu, Juanky, Iñaki y Boto dejan de entrar a una exposición porque el precio de la entrada vale cuatro euros. Y qué quieren que les diga, yo también he tenido más viajes mirando la pela en la taquilla de los museos que acompañando a sus directores.

En fin, que uniendo el desparpajo de estos cuatro gambiteros y quizás también ese halo de transgresión permitida y frescura que a veces se percibe en las producciones menores de los canales de pago -qué decirles de 'La Hora Chanante'-, realmente han conseguido que me crea, durante veintipico minutos, que se pueden cantar canciones de la tuna en la Via Veneto. O en qué otros viajes creen que he visto a los protagonistas celebrando como locos encontrar un monumento de acceso gratuíto? Yo se lo diré: en los míos.

Juzguen ustedes:

Un blog sin título

Y sigo sin título... Llevo ya un tiempo escribiendo de cuando en cuando (más bien poco, de acuerdo, pero siempre hay un post más) y sigo sin encontrar el nombre que poner en la cabecera de este blog. Bueno, sí, quizás el cambio climático y la guerra de Irak sean algo más importantes, pero la cosa es que, meses después de tener esto abierto, ocurre que ni lo cierro ni lo lanzo del todo. ¿Tendrá algo que ver la carencia de nombre?

Leticia, una vez más, ha acudido a mi rescate y propone dos títulos; a saber:

1. "Tribulaciones de la Jesus-tancia gris"
2. "Blazquezas y fortalezas"

No están mal, quizás rebuscadetes pero muy ingeniosos... No sé, creo que seguiré pensándolo un poquito más. Mientras tanto, vayan dos besotes para Leti... y, mientras tanto, quizás caiga algún post más por acá, aunque siga sin nombre.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Cuatro años


Hoy hace cuatro años de que el antes pasó a llamarse después. Cuatro años de abrir los ojos de par en par de puro asombro y aún no cerrarlos. Cuatro añitos, en definitiva, de esta foto.

Mood: nostalgiqueando...

miércoles, 13 de junio de 2007

De cadenas y otras miserias

Vendo cadenas. Cadenas de metal pegado a la carne. De tiempo que fluye como viento entre los eslabones, dibujando remolinos para después marcharse. Vendo cadenas oxidadas con la herrumbre de los años viejos que se fueron, que ya son de otros. Vendo cadenas, y vendo su peso que ahoga, que oprime, que ata los pies que correrían y aplasta los pulmones que ansían aire. Vendo mis cadenas por el precioso precio del oxígeno que no respiro. Se aceptan tarjetas y besos contra reembolso. Vendo las cadenas que vendería si no fueran tan largas, tan negras, tan frías. Si no fueran mi misma piel.

Mood: arañando una bocanada...

jueves, 7 de junio de 2007

Inventario de apertura

Inventario la noche de un jueves de junio frente al televisor: tengo una guitarra, sobras de pizza fría en un plato, veintiocho años. Al final del pasillo, una habitación en este piso salmantino. Tengo una selecta colección de pelusas bajo la cama. Una toalla mojada y unas zapatillas de cuadros azules. Una carrera oxidada sin terminar y mil libros por leer. Tengo un periódico del domingo pasado, setenta y pico kilos, algunas dioptrías y un puñado de canciones. Tengo sueño, tengo sueños, un teléfono móvil y nueve pares de calcetines. Tengo dudas, algunas fotos, una familia. Tengo miedo. Tengo una pluma con tinta azul y una grapadora sin grapas. Tengo un coche viejo y cuatro pares de deportivas revueltas. Tengo ganas. Tengo mapas. Tengo recuerdos. Tengo amigos. Tengo tiempo. Y, a veces, hasta te tengo a tí.

Bienvenid@.