Hoy dice la prensa que Luis Roldán saldrá de la cárcel sin haber devuelto el dinero que trincó. Casi quince añazos ha echado el tío en una celda desde que le pillaran en Laos, tras haberse convertido en el prófugo más famoso de España. Quince años que se dicen pronto, pero son largos y duros cuando se trata de perder la libertad por tres lustros que ya no se podrán recuperar. No me parecen ni muchos ni pocos -serán los que tengan que ser- pero no termino de aceptar lo de que un tipo que mangó una bonita cantidad de millones de euros pueda salir a la calle y decirse libre como alguien que ha saldado sus cuentas con la Justicia. No, mientras sigue guardando bajo algún ladrillo, colchón o paraíso fiscal el dinero que en su momento le valió la condena.
Vaya por delante mi absoluto respeto por la difícil labor de aquellos que tienen la responsabilidad de legislar o juzgar -no quisiera verme yo en sus zapatos- pero como ciudadano mi opinión es que aquel que roba no deja de robar hasta que devuelve lo robado. Por eso, Luis Roldán no debería estar terminando hoy su condena, sino comenzándola de nuevo. Hoy, y otra vez mañana. Y la próxima semana. Cada día.
domingo, 12 de julio de 2009
Ladrón, que robas con amor
Etiquetas: actualidad
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2 comentarios:
A mi robastes el corazón y no has cumplido ni un solo día de condena!!!
Muack!
Condena, dice! Y estos mensajitos tan poco respetuosos con lo elevado y serio del post? Ay, TÚ eres mi condena!
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